El mayor sindicato petrolero de Brasil dio comienzo ayer a una huelga indefinida, en protesta contra las intenciones del Gobierno de realizar desinversiones en la estatal Petrobras, que lidia con un escándalo por corrupción y el desplome en los precios del crudo.
La Federación Única de los Petroleros (FUP), que representa a los trabajadores de las plataformas, refinería y otros sectores, inició la paralización de las actividades ayer por la tarde, uniéndose a sindicatos menores que ya estaban en huelga.
Petrobras dijo en un comunicado que ni la producción petrolera ni el refino se verán afectados por la medida. La empresa señaló también que está dispuesta a tener reuniones con las organizaciones sindicales.
Un comunicado publicado en el sitio web de la FUP sostuvo que la decisión de adherirse al paro se tomó tras más de 100 días de negociaciones con la empresa.
Petrobras busca reducir el volumen de su deuda, que asciende a 120.000 millones de dólares y es la más alta entre las petroleras, y generar liquidez para inversión y revivir la confianza de los inversores tras un enorme escándalo por prácticas de corrupción.
En un comunicado emitido el viernes, que anunciaba la paralización, FUP dijo que quería que se detuviera la venta de activos, la reanudación del trabajo en las refinerías, que se mantengan las normas de contenido local y garantías de que Petrobras seguirá siendo el único operador en el área subsal en aguas profundas de Brasil.